CENTRO DE ARTES VIVAS
El recorrido esta vez comenzó en el patio trasero del Centro de Artes Vivas, allí se proyectó el video de recopilación periodística y una vez concluida la primera coreografía, nos movimos hacia el patio central, que en sí mismo se planteaba como un espacio escenográfico de gran formato. El CORO en esta ocasión cobró importancia en el recorrido, ya que era a la vez guía y contenedor plástico y performático de las acciones de Darling Lucas.
Un pequeño espacio al final de los jardines fue el escenario para el final de la pieza donde un zapateado abrió las posibilidades del convivio entre tamales y mezcal. El Centro de Artes Vivas nos comprometió con un espacio al aire libre, donde la lógica relacional fue una procesión de cuerpos en el espacio con acotada cercanía. Música, luz y CORO guiaron a los espectadores hacia el escenario donde se desarrolló la acción comunitaria que desembocó en convivio.