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Conoce a l@s Punta Cometa

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Leticia Olvera

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Soy una mujer que mira constantemente al abismo. Los mundos creativos a los que me he entregado son sobre todo abismo. Nunca son un territorio seguro, siempre son un naufragio que obliga a remontar desde playas desconocidas y busca el punto más alto para ver el horizonte desde la cima.
 

Soy una viajera, pero con raíces fuertes. Mi primer anclaje las artes visuales, el segundo las escénicas. Ambas disciplinas desde las cuales desarrollo mi materia de investigación estética para el diseño de espacios no convencionales para la escena.
 

Mi formación actoral ha sido en talleres y cursos independientes nacionales con Víctor Carpinteiro,
Rocío Belmont, Sixto Castro Santillán, Verónica Bujeiro, Laura Almela, Mayra Sérbulo José Alberto
Gallardo y Alberto Villarreal. Con instructores internacionales Jorge Dubatti (argentina), Nicolás Lisoni
(argentina) y Sandra Milena (Colombia).

 

Mi trabajo interdisciplinario como creadora escénica, iluminadora y actriz ha sido dirigido por Hayde
Lachino, Guillermo Navarro, Alberto Estrella, Gabriela Rosero, Adrián Darío, Darling Lucas, Rocío
Belmont, Sixto Castro Santillán, Desirée Rivera, Augusto Pedraza y Victor Carpinteiro.

 

En 2019 participé en una residencia de creación escénica con Erasmushogeschool Brussel en Bruselas,
Bélgica para el montaje The Other.

 

En ese mismo año reconocieron dentro del Festival Teatro Casa Tanicho el Diseño de Espacio Escénico de “Broken o el necropoder”, de mi autoría. 

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Paulina Carrillo

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Decidí involucrarme en los procesos artísticos como una práctica diaria de emancipación para buscar presenciar(me) como observante de un territorio nuevo. En 2019, tras muchos años de haber recorrido una red y una estructura predominantemente objetiva, desambigua y generalizada -y sobre todo, plagada de desamor- que indudablemente me constituía, entré en una etapa de incertidumbre y carencia de sentido que me llevó a reconocer la posibilidad del arte que tácitamente me había negado por años.

Tuve que desaprender para dejar emerger mi intuición y escucharla con curiosidad. Reconocer que lo que no pude obtener como estudiante de Relaciones Internacionales en el ITAM, y que tanto ansiaba en realidad, era la posibilidad de mirarme distinta y, de la diferencia y la alteridad, promover(nos) un proceso experimental de pensamiento. Había que encarnar y dar lugar a la transformación de la mirada y emprender el camino sin huellas, en el espíritu de la diferencia que los otros pudieran hacer.

Y así, la insistencia se informó de mi interés por explorar lo político y las relaciones de poder desde las diversas expresiones culturales y las narrativas que buscan derribar lo instaurado como “verdades” por una cultura dominante. Por eso, llegué a la Antropología del arte. 

 

Desde siempre había tenido interés en el cuerpo que siente y piensa desde la consciencia… del cuerpo que danza desde el afecto, del cuerpo que comunica -también- sin palabras. Creo en el poder que indagar desde ahí tiene en la transformación singular y colectiva en este viaje del que todos somos parte, a través de procesos de creatividad que estimulen la criticidad y sus diversas maneras de apropiación y resignificación. Lo reflexiono en el entrenamiento de la danza Butoh y la docencia en yoga que me conectan con lo flotante y lo fluctuante, y la belleza que hay en esa impermanencia. Si eso es arte o no, es lo que menos me importa.

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Alejandro Huicochea

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Mi interés por las artes comenzó en la adolescencia entre clases de teatro, muchas películas y cine, amigos músicos y mi interés por la literatura vampírica. En el año de 1999 ingresé al CEDART “Frida Kahlo”. Allí me enamoré de la danza contemporánea.
 

Quería estudiar teatro en un principio, pero fui seducido por la expresividad y las formas rítmicas que a través de giros, saltos y movimientos ágiles -o muy sutiles- lograban él y las bailarinas de danza contemporánea.

 

Comencé a participar en grupos independientes y compañías profesionales de danza desde mis 19 años. He recorrido nuestro país a través de diversos festivales y eventos culturales haciendo danza y teatro. También algunos países de Europa, sobre todo España.

 

Mi profesionalización universitaria es como danzaterapeuta. Gracias a ello he podido interactuar y contribuir a través de procesos terapéuticos con diversas poblaciones y diversas necesidades.

 

Integrar, re-conectar / re-patronar y re-significar la mente y el cuerpo a través de la comunicación no verbal y la danza, es una experiencia significativa para vivenciar una forma nueva de habitar el cuerpo.

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Darling Lucas

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Yo soy Darling Wendolin Hernández Lucas, mujer nacida en el distrito federal el 19 de Julio de 1988 a las 12:54 am de una madrugada lluviosa, soltando gritos a todo pulmón (recurso característico de la que escribe) crecida, criada y apaleada en San Juan las Huertas, Putla villa de guerrero Oaxaca entre chicharras y zapote dulce, pero malcriada de vuelta en la ciudad monstruo, en la ciudad vampiro, en la ciudad imprudencia, en la ciudad terremoto, en la ciudad deseo. Es ahí en el deseo que me conecto con la creación.

 

Me acerqué al teatro por imprudencia, por terquedad y por deseo.

 

Me inicié formalmente en estudios artísticos en 2006 en el CEDART Luis Spota Saavedra y me dirigí después a la Escuela Nacional de Arte Teatral para “formalizar” el pacto: qué la acción corresponda a la palabra y la palabra a la acción.

 

Me fui a buscar aventuras a New York para estudiar actuación para cine en The New York Film Academy y de ahí en adelante la lista se transformó en rizoma y puente.

 

Ardo constantemente, me rompo y me reconstruyo, me vivo sin vergüenza y aspiro a erradicarme de la piel el miedo. Reconozco mis fracturas y desde lo roto encuentro los vínculos éticos, políticos y estéticos que en este presente me dirigen a la acción. Soy ante todo un animal, uno que cree por sobre todas las cosas en el amor, que bebe café con mezcal por las mañanas.

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Yoatzin Balbuena

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Conocí la fotografía a los 14 años y desde entonces percibo la vida a través de la imagen. Después de estudiar antropología, supe que me era más fácil hacerme responsable de mis imágenes que de mi pluma. Sigo un poco en esa constante, aunque ahora la escritura también apremia.

 

Mi patria es el otro, no distingo fronteras territoriales, ni de género, ni de disciplinas, ni de campos epistemológicos. Mi camino ha sido todo, menos recto.

Me especializo en la creación de universos audiovisuales para obras de teatro, performance y danza contemporáneas.

Mi materia prima es la luz y sus contornos de significado.

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